Inteligencia Artificial bajo sospecha: ¿Se usó IA para hacer trampa en el examen de residencias médicas en Argentina?

El reciente escándalo en el examen unificado de ingreso a las residencias médicas en Argentina volvió a encender las alarmas sobre un tema urgente y cada vez más complejo: el uso indebido de la inteligencia artificial (IA) en evaluaciones académicas.

El 1 de julio de 2025, más de 13 000 aspirantes a residencias médicas rindieron el examen nacional. Sin embargo, a los pocos días, el Ministerio de Salud detectó resultados atípicos en al menos 200 postulantes, muchos de ellos egresados de universidades extranjeras. Lo más llamativo: obtuvieron puntajes cercanos a la perfección, a pesar de contar con antecedentes académicos regulares o bajos. La sospecha no tardó en aparecer: ¿usaron inteligencia artificial para resolver el examen?

.¿Cómo se habría usado la IA?

Entre las hipótesis que se investigan figuran:

• Uso de celulares en el baño, donde los postulantes podrían haber consultado respuestas a través de ChatGPT, Gemini o apps médicas con IA.

• Audífonos invisibles conectados con asistentes externos, quienes les dictaban las respuestas luego de consultar un modelo de IA.

• Posible filtración anticipada del examen, resuelto con ayuda de IA días antes.

• Cámaras espía integradas en lentes o lapiceras, que habrían permitido enviar preguntas en tiempo real para ser respondidas por equipos externos.

• Uso de apps médicas con IA, como: 

• Med-PaLM 2 (modelo especializado de Google en medicina). 

• Amboss AI para resolver preguntas clínicas complejas. 

• UpToDate AI y otras plataformas con integración de modelos de lenguaje.

Estas herramientas están entrenadas para responder preguntas similares a los exámenes tipo USMLE y pueden haber sido consultadas en el baño o a través de terceros.

¿Por qué es difícil de detectar?

• Los exámenes eran en papel y sin inhibidores de señal.

• La sede Parque Roca recibió a más de 8 000 personas, dificultando el control individualizado.

• Las preguntas eran de opción múltiple, fácilmente replicables por modelos de IA bien entrenados.

¿Qué medidas deberían tomarse?

El escándalo plantea la urgencia de repensar los sistemas de evaluación en contextos de alta exigencia:

• Blindar las salas con inhibidores de señal o cajas Faraday.

• Supervisión activa del uso del baño durante el examen.

• Digitalización de exámenes con navegador seguro (ej. LockDown Browser).

• Aleatorización individual de preguntas y opciones.

• Aplicación de vigilancia con IA, como análisis de patrones de conducta mediante cámaras.

• Entrevistas clínicas o exámenes presenciales complementarios en caso de resultados inusuales.

¿Y qué hacemos los educadores?

Este caso ofrece una oportunidad para reflexionar profundamente sobre nuestros sistemas de evaluación. Algunas preguntas clave:

• ¿Nuestras evaluaciones actuales resisten el uso externo de IA?

• ¿Cómo integramos estas tecnologías de forma ética en la formación profesional?

• ¿Debemos cambiar el foco: de preguntas repetitivas a desafíos auténticos, situados y supervisados?

En un mundo donde el acceso a IA será cada vez más generalizado, la trampa con IA no es sólo una cuestión de tecnología, sino de diseño pedagógico, cultura institucional y justicia educativa.